El mono carayá se desplaza y descansa entre las copas de los árboles, usando su cola prensil (significa que sirve para colgarse y agarrar cosas) como una quinta mano.
Machos negros y hembras amarillentas: el dimorfismo sexual es una de sus principales características.
El Mono Carayá, cuyo nombre científico es Alouatta caraya, es una de las especies de primates más representativas de Sudamérica y ocupa un lugar especial dentro de la fauna argentina. Popularmente se lo conoce como mono aullador debido a su capacidad de emitir potentes sonidos graves que pueden escucharse a varios kilómetros de distancia. Estos aullidos son producidos gracias a una caja de resonancia ubicada en su garganta, lo que convierte al macho en un verdadero “portavoz” del grupo y en una figura clave para la comunicación de la especie.
Una de las características más notorias de este animal es el dimorfismo sexual, es decir, la diferencia visible entre machos y hembras. Los machos adultos poseen un pelaje negro intenso, mientras que las hembras y los jóvenes presentan un color pardo amarillento. Además, los machos suelen tener una barba más abultada, lo que refuerza su apariencia robusta.
En cuanto a su dieta, el Mono Carayá es principalmente herbívoro, alimentándose de hojas, brotes tiernos y frutos. Gracias a esto, cumple un rol muy importante en el ecosistema, ya que actúa como dispersor de semillas, favoreciendo la regeneración de los bosques.
Su hábitat natural se encuentra en selvas, bosques en galería y zonas del Chaco húmedo, donde utiliza su cola prensil, larga y fuerte como una quinta extremidad para trepar y desplazarse con seguridad entre los árboles. Generalmente, son más activos durante las primeras horas de la mañana y al caer la tarde, pasando gran parte del día descansando o alimentándose.
En cuanto a su organización social, los monos carayá viven en grupos familiares de 10 a 15 individuos, liderados por un macho alfa que se encarga de guiar y proteger al grupo. Su esperanza de vida en libertad es de 15 a 20 años, aunque en cautiverio pueden vivir un poco más.
El Mono Carayá también posee un importante valor cultural. Su nombre proviene del idioma guaraní y significa “jefe del bosque”, lo que refleja la admiración que las comunidades originarias sienten hacia este animal. En Argentina, especialmente en la provincia de Corrientes, el Mono Carayá fue declarado Monumento Natural, lo que garantiza su protección legal y lo convierte en un símbolo de la biodiversidad local.
Sin embargo, esta especie enfrenta serias amenazas. La principal es la destrucción y fragmentación de su hábitat debido a la deforestación, la expansión agrícola y la urbanización. Esto ha reducido significativamente sus poblaciones y en algunas zonas incluso está en riesgo de desaparecer.
En conclusión, el Mono Carayá no solo es un animal fascinante por su aspecto, su fuerza vocal y su comportamiento social, sino que también cumple un papel fundamental en el equilibrio ecológico de los bosques sudamericanos. Protegerlo significa conservar no solo una especie, sino también la riqueza natural y cultural de nuestro país.
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AULLIDO DEL MONO CARAYÁ